Mucho antes del bochornoso fracaso de la rehabilitación de la playa La
Herradura, de la irresponsabilidad criminal del cierre de La Parada y del
derrumbe del muro de contención de las obras del río Rímac (cuyas fallas
estructurales aún no han sido solucionadas), la población limeña, ha sido
testigo de cómo la alcaldesa se apropió
de carteles de las obras del alcalde anterior, obstaculizar proyectos ya
establecidos como los Hospitales de Solidaridad, desmontar las comisiones encargadas
de la administración de la ciudad, entre ellas la del Serenazgo, y permitir el aumento de la tarifa y el
deterioro de la calidad del servicio del Metropolitano (donde en las horas
punta “se cae el sistema” y colapsan los dispensadores); además de imponer
arbitrariedad, ineficiencia e incluso ausentismo en el Concejo Municipal y
responder con arrogante desprecio los pedidos ciudadanos.
Mientras la alcaldesa está empreñada en gastar millones en publicidad, millones de ciudadanos se
suman a favor del SI que agrupa a muchos
sectores, de distinto color político y con distintos objetivos. No hay lobbies
empresariales ni asesores de lujo ni financiamientos basados en pactos de
reciprocidad.
El grupo de figurettis a sueldo que presta su imagen a la campaña por
el NO, igual que lo harían por un jabón o una marca de celular, han mordido el
anzuelo apenas supieron que detrás de toda la campaña mediática están el
empresario Salomón Lerner Guitis, líder de “Ciudadanos por el Cambio” y el
operador político mercenario Felipe Belisario Wermus, poseedor de varias
identidades, varios pasaportes y varias franquicias políticas, todas ellas muy
rentables.
Es fácil preguntarse, ¿Por qué Lerner Guitis contrata para “salvar” a la
alcaldesa al mismo personaje que organizó la caída de su gabinete y enfermó de
úlcera y colitis a su correligionario Carlos Tapia? ¿Por qué los militantes de
Tierra y Libertad, tan ufanos defendiendo que “Conga no va”, hoy aceptan que su
campaña defensora de Susana Villarán dependa del personaje que se reunía con
los directivos de la minera Conga y minera Buenaventura y urdía los
“psicosociales” a favor del proyecto mina Conga “Sí va” .
Sin duda el “socialismo de rostro humano” de Lerner Guitis y el
“lulismo-trotskismo” de Wermus importan muy poco. Por un lado hay un nexo mucho
más fuerte: Lerner Guitis y Wermus son judíos practicantes; por otro lado hay
poderosos intereses detrás de los proyectos para Lima que involucran a muchas
ONG’s con los grandes capitales internacionales.
Entonces debemos promover la revocatoria de la señora Villarán por ser
un derecho democrático, por ser una necesidad imperiosa para el bienestar de la
ciudad y para cerrar el paso a este experimento político con el cual ciertos
lobbistas creen que puede manipularse la voluntad de la población con “técnicas
de marketing” y falsas ideologías.
Contra el descuido ambiental, la inseguridad ciudadana y el desgobierno
municipal
Contra los empresarios irresponsables destructores de la ciudad
coludidos con la alcaldesa
Hasta el pasto sintético le roban a SUSANA VILLARAN
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