“No importa que robe, pero que haga obras”

 

EL PROGRESO NO ESTA EN LITIGIO CON LO ÉTICO

                                       “no importa que robe, pero que haga obras”

             Por: Luis Alberto Solórzano Talaverano

Huancayo.- Hace cuatro años atrás hice un análisis sobre lo que la misma población avala, aprueban conductas atípicas con la justificación “no importa que robe, pero que haga obras”, o señalan “él es muy humilde, solidario, buena gente”, sin embargo se sigue aprobando su conducta que linda con la legalidad.

Hace poco el sociólogo y analista político Jaime Antezana, señalo: "Lo que gastan en campaña, lo quieren recuperar, y buscan llevarse los recursos del gobierno regional a su casa, es decir, un saqueo total. No hay un solo narco que no haga eso, porque son generadores de corrupción y nunca piensan en desarrollo", el cual lo suscribo, por ello muchos no tienen el reparo de hipotecar la gestión de cuatro o cinco años recibiendo donaciones de manera ilegal para regalar a diestra y siniestra a los electores con la finalidad de captar sus votos.

El Señor Antezana se queda corto, porque no solo el narcotráfico se mete en la campaña electoral, sino también la minería formal e informal, en la finalidad de tener autoridades cautivas, el mismo que les de licencia para seguir contaminando el medio ambiente con toda impunidad; y tengo razón por eso la angurria por el poder el de llevar regalitos, comprar conciencias, y claro lo van a recuperar una vez lleguen al cargo, hace poco me quede perplejo de como en una región salió un sector de la población a convocar a paro y protestar pidiendo la libertad de su presidente regional filmado en un acto atípico, aduciendo que "era buena gente", "solidario", "bien humano", "regalaba cosas" y "es buena gente, bien humilde, sencillo".

¿Qué está pasando con la población?, ¿estamos aprobando estos actos de corrupción?

Cuando en realidad se deben convocar a paros o protestar para exigir que el Ministerio Público y el Poder Judicial hagan bien su trabajo y se haga una severa investigación sobre la conducta atípica de cualquier autoridad o funcionario corrupto.

El progreso, el bien social, el carácter humano no debe estar reñido de ninguna manera con lo ético, por tanto el hacer obras en bien de los pueblos y el apoyo solidario a los más humildes no está en litigio con lo ético y la moral, además esa es nuestra obligación por eso el pueblo y el Estado nos encargan a administrar los recursos del erario público.

Estoy próximo a culminar la función pública como alcalde que generosamente me otorgo Junín, seguro que hay errores propio de la función, pero cuatro años después no ha cambiado mi percepción de que el progreso no está reñido con lo ético, he cuidado y seguiré cuidando hasta el último día de mi vida que la función de Estado de ninguna manera signifique que coseche opulencia a costa de los anhelos y sueños de los pueblos.